Falsa caligrafía: ¿caligrafía o lettering?

En tu proceso de aprendizaje puede que te hayas topado con el término falsa caligrafía o faux calligraphy. Para poder entenderla, es importante que conozcas la diferencia entre lettering y caligrafía.

Caligrafía vs Lettering

Cuando hacemos caligrafía, hacemos trazos en función de la herramienta. Cada pluma, plumón o lápiz especializado da como resultado distintos tipos de trazo. Se cumplen una serie de reglas de alturas, inclinación, dirección, entre otros. Los trazos son simples, no los manipulamos ni engrosamos pasando dos veces por el mismo punto.

En el lettering, imitamos los trazos obtenidos con la caligrafía. Dibujamos el esqueleto y agregamos los grosores. El tipo de trazo dependerá del tipo de escritura que se esté imitando.

Caligrafía Moderna vs Falsa Caligrafía

La (verdadera) caligrafía moderna es una letra cursiva más libre y con reglas menos estrictas que otras caligrafías clásica tales como la itálica cancilleresca o la Copperplate. Para conseguirla, se usan herramientas como pinceles de punta redonda, marcadores de punta flexible (desechables y recargables) o casquillos oblicuos. Todos sirven para hacer trazos por expansión: finos y gruesos que se obtienen según la dirección y la presión de la herramienta.

REGLA DE ORO FINO HACIA ARRIBA, GRUESO HACIA ABAJO

La regla se aplica sin importar si se va de izquierda a derecha o viceversa.

En la falsa caligrafía, dibujamos las letras cursiva con un lápiz. Lo que hacemos es imitar los trazos obtenidos con el pincel. Hacemos un esqueleto y agregamos los grosores siguiendo la regla de oro: fino hacia arriba, grueso hacia abajo.

Proceso para hacer falsa caligrafía con lettering

Paso a paso

Como se mencionó anteriormente, cuando hacemos lettering dibujamos los trazos basándonos en las reglas de la caligrafía. Siempre se debe trabajar un esqueleto inicial y luego agregar los grosores según la regla de expansión.

Si todavía sos principiante, recomiendo recorrer el trazo original e ir gradualmente separándote cuando agregás los grosores. Es importante prestar atención a las transiciones de fino a grueso y hacerlas progresivas, y no crear cortes tajantes.

El grosor de los trazos dependerá de dos cosas. Primero, de tu referencia de caligrafía. Debés preguntarte: ¿qué es lo que estás tratando de emular? ¿El trazo hecho con un pincel #2, o un pincel #8? Segundo, ¿qué herramienta estás usando para dibujar?

Si usas un lápiz de punta 0.5mm, el trazo base será mucho más fino que si usas un lápiz de punta de 2 mm. Por lo tanto, debés decidir si el grosor de los finos será definido por la herramienta, o si también lo modificarás engrosándolos.

Entonces, a la pregunta: ¿qué tan grueso debés hacer los gruesos? Realmente dependerá enteramente de tu gusto, pero es importante que seas constante y mantengás un mismo grueso a lo largo de todos los trazos de las letras de una misma palabra.

Variar los grosores entre palabras podría ser un recurso gráfico que te dará diversidad en tu diseño, pero cuidado que no afecte la legibilidad, y potencialmente cortar la fluidez de las ideas.

Si se te antoja aprender más acerca de los trazos por expansión y la falsa caligrafía, te recomiendo mi taller “Iniciación al Lettering y la Caligrafía”.

Para conocer las próximas fechas, revisá el Calendario de Talleres El Tintero.